VICTOR GRANDE

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sábado, 25 de abril de 2009

VICTOR GRANDE

ALEJANDRO SANZ
"EL TREN DE LOS MOMENTOS"


Un tren se acerca, dibujando un camino marcado por las vías, va en una dirección, irremediablemente con un destino final. Lo más bello, su recorrido y lo que ocurre en él, representa el arte de vivir la vida en movimiento, sus gentes y sus momentos.

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EL TREN DE LOS MOMENTOS está lleno de historias, tan mágicas como reales. Cada uno y todos los que habitan sus vagones son protagonistas de cada instante individual y colectivo. Todos ellos, cargados con su equipaje comparten encuentros, despedidas, sonrisas, gritos, miradas, llantos, soledad, vergüenza, caricias, y sueños.

Hay un momento para pararse, para perdonar, hay un momento para preguntarse, hay un momento para olvidar, y hay un momento para volver a creer. El primer beso sólo tiene un momento, ese momento concreto, así como la primera mirada, la primera despedida, o el primer amor... El tren se detiene en la estación…A LA PRIMERA PERSONA es una petición de verdad, de luz, de esperanza, los grandes momentos, las personas importantes...el amanecer me encuentra despierto... Ante mí, la soledad, y alrededor, el silencio. Volver a encontrar aquellos gestos ciertos, esas miradas limpias y sin complejos, las verdaderas palabras transparentes cargadas de confianza…

y frente a frente converso conmigo, con mi propia Alma… el temblor me arranca una frase: SE LO DICES TÚ…No siempre uno se atreve a pronunciar palabras que duelen. Cuando suena un adiós, cuando algo se quiebra, imposible de descifrar sólo con palabras. El Alma, es esa parte inmortal del hombre, capaz de entender, de querer y de sentir. Ella es capaz de responder sin titubeos a la realidad que se nos presenta en determinados momentos, incluso en aquellos que no esperábamos.

Algo rompe el silencio y me desvelo… se oye la voz de alguien que se queja, pero parece no sentar bien el sonido de sus palabras, y el resto de personas que rodean al hablante SE MOLESTAN No hay nada mejor que poder decir lo que uno piensa...

De repente, un rayo de sol ilumina el vagón por completo, todos dejan lo que están haciendo y recorren la distancia de ese rayo... DONDE CONVERGEMOS es un punto invisible pero real, en el medio exacto de un lugar en el que, todos y todo, está en equilibrio y coincide, rozar nuestras emociones, cruzar nuestros sueños, encontrar ese punto donde concentrar los abrazos, donde se mira de la misma forma, donde se siente lo mismo, donde la risa aplasta la tristeza.

Los sueños de cada uno de nosotros, de los dos, confluyen en un mismo punto, en un medio exacto. Ese momento cierto, donde converge ese punto, donde convergen los sueños.

Es primavera y el tren dibuja a su paso un arco iris... A lo lejos adivino unos pies descalzos... me apresuro sigiloso hacia ella que me muestra la planta de los pies, solo la invitación a un baile para dos, donde el cambio, sólo es de lugar. En ese momento las líneas marcadas EN LA PLANTA DE TUS PIES, se extienden dejando a la luz las vías dibujadas en el mapa de los cuerpos. Un sitio para que el mar llene de azul el aire, abrazados... bailando descalzos hacia el infinito. Un amor generoso, donde es muy difícil equivocarse.


Alejandro Sanz "El tren de los momentos"

LA PELEÍTA describe ese momento de amor... que lleva algo de canalla y al mismo tiempo oculta un deseo rabioso de amor sincero. Un momento vestido de otro. Es ese hilo misterioso que parece atar lo que es y lo que ha de ser...

El tren atraviesa un túnel interminable... y se para en una estación desolada… parece desértica... Decido asomarme y la tristeza se hace realidad... me froto los ojos y busco encontrar un suspiro… algo de vida… alguien que me enseñe sus manos... ENSÉÑAME TUS MANOS.

El tren disminuye su velocidad, parece fatigado... son muchas las estaciones que ha dejado atrás... desprendiéndose en cada parada de una parte de él... todos los que disfrutaron de ese viaje, cada uno que viene y que va, se atan a esas vías y le piden que no pare nunca... pero el tren parece estar diciendo: TE LO AGRADEZCO PERO NO....Es la vida por momentos del dueño de un corazón libre que agradecido por lo compartido te suelta ligeramente en la oscuridad de la noche, permaneciendo entero hasta que el amanecer le pueda sorprender con un regreso...Un corazón que sacude recuerdos y colecciona olvidos. Un corazón con manchas de carmín en la memoria. Un corazón con miedos y temores a descolocar el perfecto desorden de las cosas. Es un corazón que no cree en el adiós, pero sí en el hasta luego.

El tren duerme y en sus puertas un cartel que dice "No molesten, estoy soñando" en fin, la vida de cualquiera, es la vida de cada uno. Pero uno no vive una vida cualquiera, sino la vida. Buen viaje. EL TREN DE LOS MOMENTOS... se va.


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